viernes, 12 de febrero de 2010

Objetivos de la expedición Domuyo 2010

El objetivo principal de EXPEDICION DOMUYO 2010 [bicentenario] es llevar al “Techo de la Patagonia” un mensaje de cuidado ambiental elaborado por niños del colegio “Almafuerte” de la ciudad de Bernal, Buenos Aires, y la Escuela Albergue N° 70 del Paraje Naunau-Có, departamento Ñorquin, Neuquén.

Los mensajes serán llevados a la cumbre dentro de un cilindro especialmente diseñado para que los proteja por al menos 100 años, hasta el tricentenario de Argentina, momento en que una posible expedición Domuyo 2110 rescate el cilidro y revele el mensaje.

También se incluirán en el cilindro seis chips que contendrán miles de mensajes en formato digital (fotos, texto, música y video) que serán enviados por todos aquellos que quieran dejar un mensaje para las futuras generaciones de argentinos.





Más allá del desafío individual que supone subir una montaña como Domuyo, esta expedición tiene como objetivos motivar en las personas los siguientes aspectos:

a) el interés por el cuidado de nuestro planeta considerando que es la roca en la que todos estamos subidos en un único y compartido viaje.
b) la conciencia sobre la dimensión de nuestro patrimonio natural, el cual debemos proteger para nuestros hijos y las futuras generaciones de argentinos
c)  la capacidad para superar los desafíos que se nos presentan como sociedad

Esperamos que este proyecto, y nuestro esfuerzo personal, motiven a otras personas para pensar y construir una realidad más humana y natural para nuestros hijos.

La expedición

La Expedición Domuyo 2010 [bicentenario] está integrada de la siguiente forma:

Jefes de expedición: Horacio "Beto" Fuentes y Germán Leva
Montañistas: Horacio Blanco, Germán Reynolds, Gastón Arraiz, Sebastián Tundis y Gabriela Bogado.

Itinerario:
Día 0: [29/03] Salimos de Buenos Aires a las 4.00 AM rumbo a Chos Malal. Reunión con el resto del grupo y revisión de equipo.
Día 1: [30/03] Partida desde Chos Malal hacia punta de camino y treking hasta el campamento base a los 2.950 msnm.
Día 2: [31/03] Partida del campamento base hacia el campamento 1 (3.800 msnm); esto depende del clima. Si este es adverso avanzamos hacia un campamento alternativo a 3.600 msnm.
Día 3: [01/04] Intento de cumbre partiendo a las 6.00 AM con un ritmo muy tranqui para alcanzar la cumbre cerca del medio dia y regreso al campamento base.
Día 4: [02/04] Desenso hasta playón y viaje hasta Chos Malal. Cena en casa de Beto compartiendo unas pizzas y buenas histias de montaña.


Ruta completa desde el playón:



Ruta dede el Campamento Base




Ruta desde el Campamento de Altura


 


La Montaña

El Domuyo es una imponente montaña que nace la Cordillera del Viento, en el norte de la provincia patagónica argentina de Neuquén. Con una altura de 4.709 metros es la montaña más alta de la Patagonia, su nombre es de origen mapuche y significa “que tiembla y rezonga”, debido probablemente a su actividad geotermal. Se lo conoce como “El Techo de la Patagonia”
Desde su imponente altura es posible apreciar la Cordillera Sur de la provincia de Mendoza, el noroeste neuquino y el vecino país de Chile, y volcanes como el Copahue, Antuco, Sierra Velluda, Nevados de Chillán, Tromen y los cerros Campanario y Sierra Nevada.
Sus laderas se caracterizan por la infinidad de solfaratas, surgentes de aguas calientes y géiseres que han dado origen a la creencia de que el cerro es en realidad un volcán.

Cerro Domuyo, Neuquén, Argentina (36°38′20.62″S; 70°25′53.91″O)

Parque Provincial Domuyo
Fuente: INTA
El Parque Provincial Domuyo fue creado el 23 de Febrero de 1989 mediante el Decreto del Poder Ejecutivo Provincial Nº 587. La mayoría de las tierras donde se emplaza el área protegida son fiscales de jurisdicción provincial, no poseyendo categoría de manejo asignada.


Características:
Se encuentran rocas de la Era Mesozoica, abundando el basalto terciario y cuaternario.
El área presenta varios afloramientos rocosos de tipo columnar, grandes cañadones y valles glaciarios. Se destacan además el Volcán Domuyo y cumbres pertenecientes a la Cordillera del Viento, que con sus 75 km. de largo es uno de los accidentes geográficos más importantes de la Patagonia. Existen fuentes termales, géiseres, fumarolas e intermitentes arroyos yvertientes de aguas calientes, siendo las más importantes El Humazo, Las Hoyetas, Los Tachos y Aguas Calientes.


Clima
El clima es templado seco en verano y frío seco en invierno. La temperatura media anual es de alrededor de 11º C. Las precipitaciones anuales son de 150 mm. y los vientos del Noroeste soplan con más frecuencia en primavera y verano.


Flora
Se desarrollan dos provincias Fitogeográficas: la Patagónica y la Altoandina. La primera se halla representada por una estepa herbácea, la segunda es un semidesierto en el que abundan vegetales adaptados a soportar condiciones extremas, frío, fuertes vientos y notables acumulaciones de nieve. Sin embargo, en los cajones montañosos más protegidos de la Cordillera del Viento se puede encontrar una vegetación más exuberante con Lengas, Radales y Maitenes creciendo a orillas de pequeños arroyos.
 En las aguas del arroyo Aguas Calientes existe una comunidad de algas verdeazules adaptadas a soportar altas temperaturas. Esta comunidad algal sostiene una interesante fauna de invertebrados (moluscos, insectos y arácnidos) y se le atribuyen propiedades curativas.



Fauna
Habitan Pumas, Zorros Colorados, Chinchillones, Cóndores, Aguilas Moras y varias especies más de aves altoandinas. En varios de los arroyos correntosos del área protegida habita el Pato de los Torrentes.


Algo de historia del Domuyo
Fuente: Conrado Verberck
El Domuyo es la montaña más elevada de la Patagonia, si consideramos que la Patagonia se extiende al sur del Río Colorado y de su afluente, el río Barrancas. Se encuentra ubicado en el noroeste de la provincia del Neuquén, Argentina, en una estribación muy notable de la cordillera de los Andes. Se le asigna una altura de 4.709 m. sobre el nivel del mar. Por su altura atrajo la atención, por lo que fue objeto de ascensiones por parte de militares, aventureros, geólogos, investigadores o simples montañistas.
El coronel Olascoaga, fundador de Chos Malal, declaró haber efectuado las dos primeras ascensiones conocidas en 1882, una por el lado oeste y la otra por el oriente. El padre Lino Carbajal y tres acompañantes también subieron, por el oeste, en 1903.- Un geólogo, Pablo Groeber, también parece haber ascendido, según se desprende de un informe encontrado en una revista geológica. Acompaña un dibujo donde se muestra claramente que llegó a la cumbre habiendo utilizado la ladera sudeste, en el año 1912. Es posible que otras personas hayan llegado a la cumbre y no lo hayan publicado, pues se trata de un acceso relativamente fácil, por lo que hasta ahora no tenemos más precisiones con respecto a las primeras ascensiones.

La leyenda del Domuyo
Fuente: Marcelino Castro García
En la cima del Domuyo  vivía una hermosísima joven encantada, custodiada por un toro colorado y por un caballo de lustroso pelo negro. Nadie podía llegar hasta ella pues el bravísimo toro escarbaba con sus poderosas patas arrojando enormes piedras monte abajo, y el potro salvaje resoplaba desatando tormentas de viento y nieve, truenos y rayos.
Más arriba había un tronco enorme de oro purísimo y reluciente, guardado por espíritus celosos y vengativos. Sucedió que un valiente cacique, ansioso por conocer personalmente lo que había escuchado, comenzó a escalar las sagradas laderas del Domuyo. Durante la ascensión comenzaron a caer piedras por la pendiente, que rodaban hasta el abismo. De repente vio con sus propios ojos al negro potro salvaje pasar a su lado dando furiosos resoplidos y desatando un remolino de nubes negras y una tremenda tormenta. El caballo negro pasó varias veces a su lado envuelto en torbellinos de nieve. Ante tan grande peligro rezó a Futa Chau (Dios) para que le diera coraje y lo ayudara. Dios escuchó su ruego, y de pronto cesó el viento y la nieve. Siguió entonces subiendo con sumo cuidado, pues el blanco manto de nieve había tapado las huellas. Finalmente llegó a una explanada donde descubrió una laguna cuyas aguas relucientes exhalaban un suave perfume; sus orillas estaban adornadas con totoras de oro, y vio, asombrado, a la joven de la leyenda de hermosura celestial que peinaba sus cabellos con un peine de oro. El cacique quedó hechizado al contemplar sus ojos negros, sus rojos labios, su elegante talle y sus pequeñas y graciosas manos. Quiso acercarse para preguntarle por qué estaba allí y saber su historia, pero de entre las totoras salió un toro colorado dando un bramido que estremeció la montaña, sacudiendo furioso la cabeza y la cola como para embestirlo. Huyó el cacique rápidamente subiendo más arriba, logrando escapar del furor del toro. Llegó finalmente a la cumbre, donde con inmensa alegría encontró un gran tronco de oro, tan brillante a la luz del sol, que no podía mirarlo de frente. Lo tocó tembloroso e intentó con su cuchillo romperle un pedazo para llevarlo consigo. Vano fue su intento: era macizo y durísimo. Escarbó, entonces, con su cuchillo junto al tronco y pudo sacar algunos pedazos que guardó entre sus ropas, emprendiendo el regreso. Ya empezaba a oscurecer y corrió pendiente abajo para que no lo sorprendiera la oscuridad en plena montaña. De pronto sintió que le arrojaban piedras desde atrás y escuchó gritos y maldiciones. Una piedra le dio en la espalda y le hizo caer al suelo. Pensó entonces que quizás sucedía esto por los troncos de oro que llevaba y los tiró lejos de sí con gran pena. Inmediatamente cesaron las piedras y los gritos. Corrió entonces desesperadamente pendiente abajo, llegando exhausto al pie del cerro, donde se tiró a descansar y se durmió. En sueños vio a un anciano que severamente le amonestaba: - “Has sido muy temerario y dale gracias a Dios porque aún estás vivo. Pero para que no enseñes a otros el camino y corran peligro de muerte, despertarás en otro lugar”. Sintió que lo llevaban por el aire y cuando despertó, se halló en un lugar desconocido totalmente y no pudo encontrar sus huellas por ninguna parte. Volvió a su tribu por otro camino contando lo que había sucedido. Poco tiempo después murió a consecuencia de las pedradas recibidas, aconsejando a todos que no intentaran nunca subir a la encantada cima del Domuyo.